Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré de que había alguien que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caida, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caida de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.
Paul Auster